Las averías de coche en invierno tienden a aumentar respecto a las otras estaciones del año. Es bastante común que en esta época se presenten fallos en la batería, problemas en el motor, líquido refrigerante en mal estado, rotura de gomas limpiaparabrisas, mal funcionamiento del sistema de calefacción, etc.
¿Cuáles son las averías más comunes del coche en invierno?
En el caso de las baterías, las bajas temperaturas invernales hacen que pierdan cierta capacidad de carga. Si se trata de baterías nuevas o de corta edad, es poco probable que note la existencia de este problema.
En el caso de las baterías con 3 o 4 años de uso, es posible que en invierno pierdan totalmente su capacidad de carga. A causa de las exigencias del clima, que requiere un mayor consumo eléctrico de luces antiniebla, calefacción, calentadores y otros componentes, hace que las baterías de debiliten en invierno.
Los calentadores o bujías de precalentamiento en los coches diésel de inyección indirecta, también tienden a dañarse durante la temporada invernal. Los calentadores tienen como función calentar el combustible para facilitar el arranque en frío. En invierno, el tiempo de calentamiento puede llegar a triplicarse, lo que se convierte en un factor que puede reducir la vida útil de los calentadores.
Las averías de coche invierno también se presentan en los alternadores, ya que las baterías tienden a descargarse más rápidamente en esta época. Debido al frío, los alternadores trabajan más intensamente, lo cual afecta a algunos de sus componentes por la constante fricción a la que están sometidos.
Los motores de arranque también se ven afectados por el clima invernal, ya que necesitan realizar un sobreesfuerzo para hacer que el motor térmico pueda girar con la soltura necesaria para producir el arranque. Esto se debe a que las bajas temperaturas causan contracción en los materiales y aumentan la viscosidad de los lubricantes presentes en el motor.