Atascos, problemas de visibilidad, balsas de agua… pero, sobre todo, un asfalto mucho más peligroso que reduce el agarre de los neumáticos, son los problemas que nos encontramos cuando cogemos el coche y está lloviendo. La lluvia es la situación climatológica más habitual en nuestro país, y la que más accidentes provoca. Para reducir los riesgos es necesario tomar algunas precauciones. Estos son los consejos más útiles:
Si no dispones de ABS, utiliza los frenos con máxima suavidad, dosifica la presión sobre el pedal para evitar derrapes si su coche no tiene ABS, y ten en cuenta que tardará más en detenerse.
Si dispones de ABS, en caso de necesidad pisa a fondo el freno; la tecnología te permitirá manejar la dirección del volante.
Enciende las luces de carretera para ser visto, incluso las de niebla si la lluvia es intensa.
Aumente la distancia de seguridad para disponer de más tiempo para frenar. Además, reducirá las salpicaduras de los coches que lleves delante.
Cuida la limpieza de los cristales y espejos para no dificultar más la visión.
En caso de empañamiento de los cristales, active el climatizador o el aire acondicionado y dirija el chorro de aire a la luna para no perder visibilidad.
Cuidado en las zonas con charcos o balsas de agua, hay riesgo de acuaplanin. También se pueden humedecer las pastillas y restar eficacia a los frenos.