¿Sabes cuándo debes cambiar el silenciador de un coche? Una de las principales funciones al cambiar el silenciador de un coche es reducir el nivel de ruido que producen los gases de escape. El silenciador se trata de una cámara que contiene un tubo perforado que la atraviesa y que está envuelto en lana de roca que sirve como aislante acústico. A este tubo también se le conoce como tubo de escape.
En el coche podemos encontrar hasta tres silenciadores:
- el silenciador trasero, que se ubica al principio de la línea de escape y es el más usado
- el silenciador central o intermedio, que por lo general se utiliza en coches más grandes
- y el silenciador delantero, que se usaba hasta el año 1994, cuando comenzó a ser sustituido por el catalizador. No obstante algunos coches aún lo utilizan, se coloca en la salida del colector.
Como toda pieza del coche que sufre desgaste con el tiempo el silenciador del coche también tiene su vida útil. Si está defectuoso llega el momento de cambiar el silenciador de un coche, es decir, cuando no reduce de manera adecuada los niveles de ruido que produce el sistema de escape de gases. Además, este deterioro puede generar un aumento en el consumo de carburante.
La vida útil del silenciador es aproximadamente de 80.000 km. Sin embargo, hay que considerar que cuando el coche pasa mucho tiempo inmovilizado, o sólo recorre trayectos muy cortos, tiende a acumularse humedad en el interior del silenciador, lo que provoca que éste se deteriore por corrosión debido a que la línea de escape no genera la temperatura suficiente para eliminar la humedad por completo.
¿Cómo reconocer los daños en el silenciador?
Un silenciador en mal estado produce ruidos de golpes metálicos en el suelo del coche que indican que los conductos están siendo movidos por los gases de escape y tienden a desoldarse. Además, el coche tiende a producir un ruido mayor cuando se acelera.
Para determinar si existen daños se debe sacudir la línea de escape para verificar que las gomas de fijación están deterioradas, agrietadas o falta alguna de ellas. Hay que comprobar que la línea esté bien fijada para absorber las vibraciones que pueden debilitar las soldaduras.
También, es necesario comprobar si existe óxido o perforaciones en el tubo de escape y ver no presenta un ruido de arena, lo que indicaría que la lana de roca está deshaciéndose.
Desmontar y colocar el nuevo silenciador
Para desmontar el silenciador el coche debe estar frío y elevado sobre soportes de columnas. Luego se ubica el silenciador a sustituir. Cuando el silenciador es de fábrica, solo es necesario realizar un corte en el tubo de origen, pero cuando se trata de una pieza de recambio debemos desencajarla del tubo y quitar los tornillos que fijan al silenciador mediante una brida o collarín.
Para montarlo de nuevo es recomendable colocar grasa de grafito en la parte de los tubos donde se acoplará. Luego, se coloca el silenciador en su ubicación y se sujeta con las juntas y la brida; seguidamente se alinea con la línea de escape y se aprietan bien los tornillos.
Una vez instalado, es recomendable encender el motor para verificar que no existan fugas. Recordar que los silenciadores nuevos están cubiertos de parafina, por lo que exhalan humo cuando aumenta la temperatura de la línea de escape, pero en poco tiempo dejan de emitir este humo.