Saber calcular el consumo medio del coche habitual puede ayudarnos a entender en qué situaciones de conducción se consume más combustible. También nos permite mejorar hábitos al volante para reducir poco a poco el consumo haciendo una conducción más eficiente. No nos podemos fiar del consumo que anuncian los fabricantes en las fichas técnicas, porque se ofrece el consumo homologado en una prueba de emisiones realizada en laboratorio, en unas condiciones específicas algo alejadas de la conducción real. En la conducción real intervienen muchos factores como el tipo de conducción, la climatología, la altura sobre el nivel del mar o cómo de cargado se lleve el vehículo.
Prácticamente todos los vehículos modernos cuentan con ordenadores de a bordo que calculan el consumo medio y otros datos como la autonomía o el consumo instantáneo. Para utilizar estos datos sólo es necesario poner el cuentakilómetros a cero en el momento a partir del cual queremos medir el consumo. Cuantos más kilómetros se midan, más exacto será el dato. Sin embargo, si utilizamos otros métodos de medición más efectivos veremos que suele haber una discrepancia entre el dato que da el ordenador del coche y el que podemos calcular por nuestra cuenta. Los vehículos son a veces muy optimistas y suelen dar mediciones ligeramente mejores de lo que en realidad son.
¿Cómo calcular el consumo medio del coche?
Para calcular el consumo medio del coche sólo tendremos que tener el cuidado de anotar los kilómetros y los litros rellenados en cada repostaje. En primer lugar hay que llenar el depósito del todo. Con el depósito completamente lleno se pone el cuentakilómetros a cero y comenzará la primera medición que acabará con el siguiente repostaje. No es necesario llegar hasta la reserva para volver a repostar, basta con repostar siguiendo las pautas habituales.
Cuando se realice el siguiente repostaje hay que volver a llenar el depósito del todo, se apuntan los kilómetros hechos y los litros que han cabido en el vehículo. Multiplicando los litros rellenados por 100 y dividiendo el resultado por los kilómetros hechosobtendremos el consumo medio en litros cada 100 km.
En cada repostaje sólo hay que apuntar los kilómetros hechos y los litros repostados.
Repetir para ser exactos
Dado que los cuentakilómetros no son a veces muy exactos y que en todos los “depósitos” no se realiza la misma conducción, a veces con más autopista y otras más ciudad, lo ideal es realizar cinco mediciones seguidas como mínimo y hacer una media de todos ellas para saber el consumo medio real que se está realizando.