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El calor puede tener varios efectos en el sistema de frenado de un coche, y es importante tener en cuenta estos efectos, especialmente en condiciones de conducción exigentes o en climas muy cálidos. Aquí hay algunas formas en las que el calor puede afectar el sistema de frenado:

  1. Fading de los Frenos: Cuando los frenos se usan repetidamente, como al conducir en una carretera montañosa o en tráfico pesado, pueden calentarse. Si se calientan demasiado, pueden empezar a perder eficacia, un fenómeno conocido como «fading» de los frenos. Esto significa que es posible que tengas que presionar el pedal del freno con más fuerza para obtener la misma cantidad de fuerza de frenado.
  2. Ebullición del Líquido de Frenos: El líquido de frenos es esencial para transmitir la fuerza de tu pie al sistema de frenado. Si el líquido de frenos se calienta demasiado, puede comenzar a hervir, creando burbujas de vapor. Dado que el vapor es compresible, esto puede resultar en un pedal de freno esponjoso y una reducción en la capacidad de frenado.
  3. Desgaste de los Materiales de Frenado: El calor excesivo puede acelerar el desgaste de los componentes del freno, como las pastillas y los discos. Esto puede resultar en una vida útil más corta para estos componentes y una menor eficacia de frenado con el tiempo.
  4. Agrietamiento de los Discos de Freno: El calor extremo también puede causar que los discos de freno se agrieten o se deformen. Esto puede causar vibraciones y ruido al frenar, así como una reducción en la capacidad de frenado.
  5. Degradación de Sellos y Mangueras: El calor también puede afectar los sellos y mangueras en el sistema de frenado, lo que puede llevar a fugas de líquido de frenos y pérdida de presión en el sistema.

Para mitigar estos efectos, es importante realizar un mantenimiento regular del sistema de frenado, como revisar y reemplazar el líquido de frenos, y verificar el estado de las pastillas y discos. Recuerda, si durante períodos de altas temperaturas, como una ola de calor o en verano, notas anomalías como ruidos, vibraciones al frenar, un pedal de freno que se siente esponjoso, demasiado rígido o una disminución en la eficacia de frenado, es esencial llevar el vehículo a un taller mecánico en Figueres.