por albertlacosta | Abr 2, 2019 | Mecánica
La limpieza y desengrasado del sistema de frenado es una de la tareas que se hacen de manera frecuente en los talleres. Para hacerlo de manera eficiente se usa el limpiador de frenos, un compuesto con una base disolvente que se encarga de remover de manera fácil toda la grasa acumulada en los componentes del sistema de frenos. Estas son sus características principales:
● Es un poderoso disolvente
● Su diseño incluye un tubo de extensión para facilitar el acceso a diferentes zonas del sistema de frenado, lo que lo hace ser de sencilla aplicación.
● Seca rápidamente, lo que ayuda a reducir los tiempos de labor. De acuerdo a sus fabricantes a una temperatura de 20°C el tiempo de secado es inferior a 3 minutos.
● No es corrosivo, repele el agua y elimina la grasa.
● No deja ningún tipo de residuos.
● No conduce electricidad.
El limpiador de frenos se utiliza para limpiar de manera eficiente los componentes del sistema de frenado: discos, tambores, zapatas y pastillas, eliminado restos de líquido de frenos, aceites y grasas, alquitrán y suciedad acumulada. Gracias a sus excelentes prestaciones también se usa para la limpieza de:
● Zonas de estanqueidad.
● Discos de embrague (cluht).
● Cajas de cambio.
● Carburadores e inyectores.
● Cilindros.
Para utilizar de manera eficiente el limpiador de frenos se recomienda:
● Limpiar previamente los componentes para retirar el exceso de suciedad..
● Pulverizar el limpiador a aproximadamente 50 cm de área del componente que se desea limpiar. Esto hará que el líquido llegue al área con la suficiente fuerza para limpiar profundamente.
● Dejar secar el producto. Si persisten restos de grasa o suciedad puede repetir la operación colocando el pulverizador a 20 cm del área donde se desea aplicar.
● No se debe utilizar limpiador de frenos sobre piezas plásticas, superficies pintadas o superficies de caucho. Se recomienda proteger tales piezas cuando se utilice este producto.
por albertlacosta | Ene 8, 2019 | Mecánica
Las averías de coche en invierno tienden a aumentar respecto a las otras estaciones del año. Es bastante común que en esta época se presenten fallos en la batería, problemas en el motor, líquido refrigerante en mal estado, rotura de gomas limpiaparabrisas, mal funcionamiento del sistema de calefacción, etc.
¿Cuáles son las averías más comunes del coche en invierno?
En el caso de las baterías, las bajas temperaturas invernales hacen que pierdan cierta capacidad de carga. Si se trata de baterías nuevas o de corta edad, es poco probable que note la existencia de este problema.
En el caso de las baterías con 3 o 4 años de uso, es posible que en invierno pierdan totalmente su capacidad de carga. A causa de las exigencias del clima, que requiere un mayor consumo eléctrico de luces antiniebla, calefacción, calentadores y otros componentes, hace que las baterías de debiliten en invierno.
Los calentadores o bujías de precalentamiento en los coches diésel de inyección indirecta, también tienden a dañarse durante la temporada invernal. Los calentadores tienen como función calentar el combustible para facilitar el arranque en frío. En invierno, el tiempo de calentamiento puede llegar a triplicarse, lo que se convierte en un factor que puede reducir la vida útil de los calentadores.
Las averías de coche invierno también se presentan en los alternadores, ya que las baterías tienden a descargarse más rápidamente en esta época. Debido al frío, los alternadores trabajan más intensamente, lo cual afecta a algunos de sus componentes por la constante fricción a la que están sometidos.
Los motores de arranque también se ven afectados por el clima invernal, ya que necesitan realizar un sobreesfuerzo para hacer que el motor térmico pueda girar con la soltura necesaria para producir el arranque. Esto se debe a que las bajas temperaturas causan contracción en los materiales y aumentan la viscosidad de los lubricantes presentes en el motor.
por albertlacosta | Dic 4, 2018 | Mecánica
Las averías del sistema eléctrico coche se presentan de forma imprevista en componentes como la batería, las bujías, el alternador, algunos fusibles o incluso en el motor de arranque. Pueden causan serios inconvenientes que deben resolverse lo más pronto posible.
¿Qué componentes pueden causar averías en el sistema eléctrico del coche?
Veamos qué componentes pueden causar averías en el sistema eléctrico coche y cómo podemos resolverlo:
Batería
La batería es la fuente de energía responsable del arranque del coche y puede causar que el coche se detenga. Un de las fallos más comunes que puede presentar es que pierda la carga. Para ello, basta con conectar los cables auxiliares a la batería de otro coche y encender el nuestro. Para que vuelva a cargarse la batería, es aconsejable circular con el coche durante media hora aproximadamente. Si aún así no lo conseguimos, será necesario cambiar la batería.
Bujías
Estos pequeños componentes, unidos a los cables del distribuidor, son los responsables de iniciar la combustión. Cuando fallan, el coche no puede arrancar, o si arranca puede funcionar mal y perder su fuerza, incluso puede consumir más combustible. Por lo tanto, es recomendable revisarlas y cambiarlas según las recomendaciones del fabricante.
Alternador
El alternador se encarga de generar la energía para recargar la batería del coche. Si presenta fallos, la batería no se cargará y la electricidad que el coche necesita no dará repuesta, por lo que quedará parado. También es posible que el fallo no se presente en el alternador, sino que sea causado por su correa.
Fusibles
Los fusibles del coche son vitales en el sistema eléctrico del coche para proteger los componentes eléctricos frente a subidas de tensión. Cuando se produce un pico de tensión, los filamentos internos del fusible se rompen y se corta el suministro de energía eléctrica. Los fusibles son fáciles de cambiar, por lo que es importante llevar algunos de recambio.
Motor de arranque
El motor de arranque es una pieza esencial para hacer que el motor se ponga en marcha. Con el paso del tiempo y uso puede averiarse, causando que el coche no arranque.
por albertlacosta | Ago 1, 2018 | Mecánica, Servicios
Ante las condiciones extremas de calor, contar con el aire acondicionado del coche puede llegar a ser vital para quien conduce largas horas al volante. Por eso, es indispensable mantenerlo en buen estado para evitar desperfectos técnicos y las posibles costosas reparaciones.
Si el aire acondicionado de tu coche no enfría lo sufiente, es importante que sigas algunas recomendaciones para asegurarte que lo mantienes en las mejores condiciones durante el verano. Puedes revisar si los posibles inconvenientes son causados por ciertas condiciones, como:
- Las averías en el compresor del aire son frecuentes, pueden obedecer a que sus cables no se encuentren bien conectados o que esté quemado. En cualquiera de los casos, es conveniente que sea revisado por expertos.
- Fallos en los filtros, que pueden estar simplemente sucios o tapados por falta de mantenimiento. Esta avería no es grave. Ocurre cuando el aire frío se obstruye y que, al reemplazarlo o limpiarlo, se corrige fácilmente.
- Los problemas en la electricidad del aire acondicionado del coche causados en los fusibles bien por averías de orden eléctrico o porque los fusibles estan quemados.
- Fugas en el circuito cerrado del aire que pueden registrar pérdidas del gas refrigerante .Por lo general suelen mínimas y se notan al usar el coche, pero pueden corregirse al cargar el gas del aire.
También es muy recomendable comprobar de vez en cuando la integridad de las mangueras, ya que en caso de microroturas habrá fugas de gas refrigerante con la consiguiente pérdida de la eficiencia de todo el aparato.
En resumen, la ausencia de mantenimiento del aire acondionando puede ser por falta de limpieza, escasez de refrigerante o porque al usarlo se producen malos olores. Todos estos aspectos deben ser revisados en un taller de reparación de coches. Además, cuando se carga el aire acondicionado del coche con más frecuencia de la requerida pueden existir fugas.
El precio de las cargas puede variar según la marca el vehículo. Recuerda no descuidar su mantenimiento para recuperar su deshidratador, filtro o compresor.
por albertlacosta | Jul 4, 2018 | Mecánica, Motores
El líquido refrigerante, conocido popularmente como anticongelante, es de vital importancia para el correcto funcionamiento de nuestro vehículo. Aunque se utiliza comunmente en invierno ante las bajas temperaturas, ¿sabes que también ayuda a regular o refrigerar el motor ante las altas temperaturas extremas?
En verano, especialmente a causa de las altas temperaturas, es importante evitar el sobrecalentamiento de ciertos elementos del vehículo. La función principal del líquido refrigerante es proteger el motor absorviendo el exceso de calor y evitando el peligro que pueda provocar un sobrecalentamiento.
¿Qué es el líquido refrigerante?
El líquido refrigerante está compuesto por etilenglicol. El etilenglicol es un compuesto químico transparente, incoloro y ligeramente espeso, que protege al motor de las altas temperaturas y ayuda a mantenerlo a una temperatura óptima de funcionamiento.
El etilenglicol se usa comunmente como un agente anticogelante en el sistema de refrigeración del automóvil.
Funciones del líquido refrigerante en vehículos
- Lubricar todo el sistema interno de refrigeración, evitando su oxidación y corrosión.
- Evitar el calentamiento del motor.
- Evitar la congelación del líquido y la rotura o deterioro de piezas adyacentes.
¿Cuándo debo revisar el líquido refrigerante?
Para asegurar el óptimo rendimiento del líquido refrigerante, la mayoría de los fabricantes de vehículos recomiendan que lo revises cada 20.000 o 30.000 kilómetros.
Además de revisarlo, deberás estar atento y cambiarlo para evitar su deterioro. Puedes comprobar su estado y ver que si está sucio, ya que presentará una coloración distinta.
Si el nivel del líquido se encuentra por debajo del indicador, es importante que lo cambies cuanto antes. El deterioro del líquido refrigerante hace que pierda sus propiedades y pueda dañar los componentes del sistema de refrigeración. Además, si no lo cambias de inmediato, pondrías poner en riesgo la integridad del motor.
Recuerda, si el sistema de refrigeración de tu vehículo no está en buen estado o tienes una pérdida de líquido refrigerante, se sobrecalentará. Un sobrecalentamiento del coche puede causar una gran variedad de problemas, algunos de ellos a reparar.
Foto de Coche creado por aopsan
por albertlacosta | Jun 13, 2018 | Consejos, Mecánica
Revisar el coche en verano es imprescindible para realizar una puesta a punto y hacer frente a las altas temperaturas. A continuación, te detallamos los 10 puntos básicos que debes revisar.
10 puntos básicos para revisar el coche en verano
1. Nivel de aceite. Es muy importante comprobar la cantidad y calidad del lubricante después de los rigores del invierno, porque con las heladas el circuito se ha contraído varias veces y al circular en tráfico lento el coche consume más aceite de lo normal.
Los fabricantes nos lo ponen fácil al indicar con dos rayas o puntos los niveles máximo y mínimo. Esta medición se debe hacer siempre con el motor en frío. De lo contrario, siempre parece que hay demasiado aceite en el circuito.
2. Anticongelante. El nivel de anticongelante también es importante, le queden o no le queden heladas por aguantar al coche. No hace falta quitar el tapón, porque el vaso de expansión tiene un nivel indicador que suele ser translúcido. Si sospechas que puede haber una fuga, lo mejor es comprar un líquido fluorescente de color amarillo. Resalta mucho en el suelo si cae por algún sitio.
3. Limpiaparabrisas. El líquido más importante de los contenidos en el coche es el que hay en el depósito de los limpias. Imagínate que, de repente, un camión echa un montón de barro de un charco sobre el parabrisas. Durante la puesta a punto, presta atención también al estado de las escobillas. Después de las heladas del invierno también es fundamental para que el sistema funcione como debe.
4. Luces. si algún conductor te ha dado las largas sin saber por qué, quizá sea porque están mal reguladas. Esta es una operación necesaria cada cierto tiempo y con el regloscopio y un destornillador corregirás cualquier defecto en unos segundos. No olvides la puesta a punto del sistema de luces. Revisar el coche en verano es imprescindible para tu seguridad en la vía.
5. Líquido de frenos. Basta con pisar a fondo el pedal de freno y ver si baja el nivel del vaso de expansión. Así se comprueba que el sistema conserva su presión óptima.
6. Neumáticos. Debes comprobar tanto su estado como el equilibrado. Para valorar el grado de desgaste de las cubiertas suelen llevar indicadores en la banda de rodadura, si están a ras del testigo es hora de cambiarlos, lo mismo que si este es inferior a 3 mm (puedes utilizar una moneda de euro, si se ve la parte plateada, hay que poner unos nuevos).
También debes revisar que los neumáticos no tengan cortes, abolladuras, perforaciones, ni un desgaste irregular. Si las cuatro ‘gomas’ no están bien equilibaradas, notarás ruidos, botes y que el volante vibra a velocidad media-alta.
Recuerda, por último, confirmar que la presión es adecuada a lo que marca el fabricante. En el pilar B del coche -junto al asiento del conductor- suelen estar indicadas las presiones idóneas según la carga del vehículo. Esta operación también se hace en frío.
7. Batería. Si ves que sale líquido de la batería, debes cambiarla y revisar el alternador. Además, tienes que procurar mantener limpios los bornes y desechar la batería si alguno presenta un aspecto extraño (oxidado, rugoso…).
8. Suspensión, encendido e inyección. Los chirridos, ruidos y el chirrido de las piezas, así como el balanceo de la carrocería en las curvas (cuando decimos que parece un barco), son síntomas del mal estado de la suspensión. Si el coche tarda en arrancar, el problema puede estar en el encendido o la inyección.
9. Manguitos y abrazaderas. Si tienen grietas o sirven de escape para los líquidos es hora de cambiarlos.
10. Bujías, cables y filtros. El fabricante indica los plazos de revisión de los cables y los filtros. Respecto a las bujías, ten en cuenta que si están sucias pueden ocasionar problemas en el arranque y elevar el consumo de combustible.
Y finalmente, revisa todos los elementos auxiliares. Comprueba que llevas todo lo obligatorio y que está en buen estado: rueda de recambio (mira la presión y el dibujo del mismo modo que lo has hecho en las otras cuatro), chaleco reflectante, gato, llave y triángulos de emergencia.
Fuente: Autobild
Foto de Coche creado por freepik